ZOCAr Chencho hacia Itaca

MUDANZA


Una mudanza tiene muchos inconvenientes. Preferimos la seguridad frágil del pasado a lo ignoto del futuro. Si una pequeña alteración, las más utilizadas son el sostenido, el bemol y el becuadro, es una guerrilla contra el contorno, una gran reforma significa un atentado contra lo establecido. Mutación de cuerpo, mente y sentido. Ampliación de pareceres, inspiración e instinto.
Debemos de analizar los pros y los contras del traslado. Las variaciones en el camino, escrito, que ocasionaremos, ilusos, con ello.
Un estricto listado con todo lo que necesitemos reubicar, en el renacimiento de nuestra existencia, es imprescindible. Debemos de buscar las arcas para trasladar las ilusiones y las esperanzas que deseamos llevar al nuevo espacio. También guantes de trabajo, recios y de cuero, duros, que nos ayudaran a evitar los desengaños y las contrariedades que tendremos que enfrentar. Los zapatos deben de ser muy cómodos y sin estrenar. Nos comprometemos a emprender un camino desconocido, esperemos que hacía el nirvana, una vía entre brumas desde el presente ansiando lo desconocido. Una ablución.
Los cofres tendrán que ir bien sellados, más que para que no se vea lo que contienen, para que no se pierdan, ni se estropeen, ninguno de los recuerdos, escogidos, por el sendero.
Imprescindibles los músculos bien desarrollados y preparados para la obligación. Tendremos que cargar con todo a falta de ayuda.
Miles de inconvenientes da una mudanza, pero tras las dificultades encontraremos la felicidad.